Hola, soy Sergio

Fotógrafo de bodas y eventos en Madrid

Parar el tiempo y congelar el amor. Para que sea eterno.

«Me encanta prestar atención a los detalles, la luz, los colores, las formas, los sentimientos… Me apasiona la fotografía, congelar momentos que con el tiempo serán un legado para las siguientes generaciones, de incalculable valor».

Me gusta la montaña, viajar, amo el cine, principal fuente de mi inspiración, me encanta el café y soy bastante ‘friki’. Si te apetece, te cuento algo de mí… sino salta hasta el final y mejor hablame de tí. 

En constante evolución.

Recuerdo con mucho cariño mis primeras fotografías con aquella vieja cámara réflex. A muchos fotógrafos que conozco les da vergüenza mostrarlas cuando llegan a «profesionales», pero, a mi modo de ver, es bonito, algo que a otros que empiezan les demuestra que no se nace aprendido, que en fotografía siempre se está evolucionando y ahí te das cuenta de tu propia evolución, de tu propio crecimiento, entonces piensas que las cientos de horas invertidas, las horas de lectura, visionando vídeos, formaciones, escuchando charlas y las 100.000 fotografías «fallidas» anteriores no fueron en vano.

Cuando me apunté a mi primera red social (entonces Flickr era el mejor escaparate para mostrar tu trabajo), recuerdo mi primer «favorito» y mi primer comentario… ¿realmente había gente allí afuera a los que le gustaba mi forma de captar imágenes, a los que les gustaba la idea del mundo que yo plasmaba? Eso me motivó y me impulsó a ponerme retos y proyectos por delante (la experiencia me ha demostrado que si bien el reconocimiento nos agrada a todos, las redes sociales actuales pueden confundir a un fotógrafo con talento, pues quizás no reciba la audiencia necesaria a pesar de su maravilloso trabajo).

«Me gustan las emociones positivas que se sienten el día de una boda. Es maravilloso poder estar presente en un momento tan hermoso. Todas las bodas tienen algo especial».

Siempre me atrajo mucho la fotografía documental (lo sigue haciendo), capturar imágenes que contasen una historia, momentos que explicasen una noticia, un evento, un instante que con palabras no se pudiese expresar por completo y también recuerdos en los que solo el paso del tiempo aportaría su verdadero valor.

Decidí hacer y adaptar la fotografía que me gusta y fotografiar de la misma forma que vivo y vivir de la misma forma que fotografío. Me gusta la fotografía «natural» y juntar la fotografía documental, a veces con posados más sencillos, me gusta la naturalidad y la espontaneidad.

La psicología es muy importante bajo mi punto de vista para este trabajo. No todas las parejas se dicen “te quiero” de la misma manera y cada pareja tiene su lenguaje corporal y verbal para mostrarse su amor.

Cada pareja es diferente y única. Yo me amoldo a vosotros, no vosotros a mí.

Quiero algo real, no forzado. Deseo que con el paso del tiempo sigáis sintiendo las mismas emociones cuando veáis las fotografías que cuando fueron tomadas.

crear imágenes que cuenten vuestra historia de amor de una forma genuina y significativa.

En cada boda, me apasiona capturar los momentos más especiales de una forma personal y auténtica. Como fotógrafo de bodas, mi objetivo no es sólo hacer fotos «bonitas», sino crear imágenes que cuenten vuestra historia de amor de una forma genuina y significativa. Logro empatizar y socializar con mis parejas para acabar siendo uno más y así poder trasladar mi tranquilidad y estilo natural. Me aseguro de que todo el mundo se sienta cómodo y a gusto delante de la cámara, lo que permite capturar los momentos más espontáneos y emotivos.

No hay que dejar al azar recuerdos tan importantes como los que surgen este día.

Hay algo que es muy triste, pero real, con el paso del tiempo te das cuenta que la gente que quieres va marchándose y una fotografía es nuestro libro de historia.

No podemos dejar al azar recuerdos tan importantes como los que surgen este día.

En un evento social, tienes libertad para retratar a todo tipo personas a toda velocidad, sin preparar, sólo robar. Fotos naturales donde importa más el momento a si miran o no a cámara.

Por supuesto, en mis reportajes no solo entra la fotografía documental, los posados tienen su lugar importante, las fotografías concretas y también, claro está, todas aquellas que tengáis en mente.

Cada sesión, cada boda, cada pareja, alimenta mi inspiración, impulsando la evolución de mi estilo fotográfico. Si bien me desafío constantemente a innovar y adoptar nuevos estilos, el corazón de mi enfoque radica en crear un espacio genuino de intimidad.

El evento dura unas horas, las fotografías son recuerdos para toda la vida, invierte en ellas.

Una de las cosas que más valoro de mi madre y mi abuela es el legado de esa inmensa caja de fotografías antiguas, donde puedo recorrer mi mirada y conocer mis origines, formas de vida de otras épocas, y de conocer a mi padre a través de ellas.

Es increíble lo que una sola fotografía puede hacerte sentir con el paso del tiempo.

Historia, contexto, gestos, sentimientos, fotografía real, con todos los medios técnicos y estéticos a mi alcance.

Me emociono de forma sincera cada vez que puedo dar esa parte de su historia viva a cualquier persona, siempre que voy a disparar me pregunto, ¿qué me gustaría a mi recibir y cómo?

Documenta tu propia vida, es el mayor de los regalos que podrás hacerte, hacer a tus hijos, tus hermanos, tu familia…

El valor

de los

recuerdos

Anhelar, sentir, recordar, revivir.

Si has leído hasta aquí, muchas gracias, una última idea:

«Si crees que un fotógrafo de bodas profesional cobra mucho, no sabes bien lo caro que sale un penoso reportaje de fotos”.

El evento dura unas horas, las fotografías son recuerdos para toda la vida, invierte en ellas.

¿Que es la vida sin amor?

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